Llega el gran relevo generacional: un millón de plazas a oposición en solo diez años

La salida de la crisis y la jubilación de la generación de la Transición aceleran una fase de contratación pública que expertos y altos funcionarios describen como un gran desafío

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PARTE

 Euforia opositora (contenida)

Aunque resulta imposible saber con exactitud las plazas que saldrán a concurso en Próximas Oposiciones en los próximos años, las cuentas salen así: si se suman los 700.000 jubilados de la próxima década, los 300.000 empleos perdidos y los 300.000 interinos que se convertirán en indefinidos, el resultado es que en los próximos años se deberían sacar a oposición más de un millón de plazas.

«En los puestos de atención al público hemos pactado una tasa de reposición del cien por cien, en otros colectivos baja al 50 por ciento, pero se compensarán unos con otros y, si todos cumplen, estamos hablando de 500.000 empleos en tres años», opina Francisco Camarillo, secretario de Acción Sindical de la Ejecutiva nacional del sindicato CSIF.

Una expectativa con la que cuentan ya muchos opositores, sobre todo aquellos que llevan más tiempo preparándose. “Tengo 38 años y he pasado casi una década pensando que probablemente no iba a conseguir nunca una plaza. Ahora, por primera vez, soy optimista”, dice Julia, profesora interina de Historia que aspira a consolidar plaza en algún instituto de Castilla-La Mancha en  Próximas Oposiciones.

Alicia, licenciada en ADE de 37 años, está preparando unas oposiciones para el cuerpo de Justicia. “Trabajé en empresas privadas hasta que la crisis me dejó fuera porque cerraron la compañía en la que estaba. Ahora salen por fin plazas, aunque es verdad que se presentan miles de personas, así que no creo que vaya a ser tan fácil como lo fue en los 80. Pero no hace falta remontarse tanto. Hace 15 años había algunas oposiciones a las que apenas se presentaba nadie, la gente ni se enteraba de las convocatorias”, dice.

Los propios preparadores han percibido un cambio de tendencia. Por ejemplo Mara Ramos, profesora de Lengua y Literatura, que se ha empezado a topar con el cambio generacional en su propio claustro. “La renovación empezó hace cinco o seis años y se está acelerando a la fuerza, porque a muchos nos quedan pocos años. De los opositores que preparé el año pasado, cinco han conseguido plaza”. Igual que los expertos, ella tampoco cree que sea bueno, ni justo, que se abran todas las convocatorias en un espacio de tiempo reducido. “Les van a poner un tapón a los que vienen detrás. Recuerdo que en el año 84 hubo una convocatoria con 400 plazas de golpe. ¿Sabes cuántas hubo el año después? Solo cinco. Parece que va a volver a pasar y los que ahora están en el instituto lo van a tener muy difícil si se vuelve a reemplazar a todo el personal de golpe”, dice.

Algunos preparadores veteranos ponen en duda que las administraciones vayan a renovar en masa las plazas que van quedando vacantes enPróximas Oposiciones. “Estamos curados de espanto. Una cosa es lo que se dice y otra lo que después ocurre. Lo que yo veo es que hay administraciones locales arruinadas, como Jerez, deseando que se jubilen muchos administrativos para cerrar las plazas. Con la situación económica del país me resulta contranatura pensar que va a haber un ‘boom’ de trabajo público. Creo que crecerá pero que no veremos las convocatorias masivas de antaño. Habrá comunidades, ministerios y ayuntamientos que puedan permitírselo y otros que no”, resume Carlos Valiña. “Hay que ser prudente con las expectativas. Por lo que pueda pasar”, concluye.